La ética como moral transcultural, universal para todos, que debería estar por encima de las religiones, distintas todas ellas como las culturas, como las olas del mar. Las religiones como caminos personales, de verdades privadas, que deberían estar siempre comunicadas con la ética, verdad pública, que contiene principios comunes a todas las culturas. La ética como el elemento más sólido y estable en nuestras sociedades. Estas conexiones entre religiones y ética permitirán acceder a la religión desde la ética y no desde la credulidad.
miércoles, 15 de octubre de 2008
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